Según se deduce del diagnóstico que el Plan de Movilidad Sostenible ha realizado sobre bicicletas en la ciudad.
El Consistorio granadino quiere potenciar el uso de bicicletas en la ciudad, un medio de transporte saludable y no contaminante que en la actualidad utilizan alrededor de 5.000 personas y que "a medio o largo plazo puede llegar a 10.000 ciclistas potenciales".
Para ello, propone, entre otras medidas, que la ciudad cuente con una red de itinerarios ciclistas de 94 kilómetros, un proyecto recogido en el Plan de Movilidad Sostenible, y que supondría triplicar el número de kilómetros de la red urbana actual.
A esto habría que sumar los 18 kilómetros de la red ciclista interurbana, y los 21 procedentes de la red ciclista de ocio y recreativa, también de carácter metropolitano, logrando que Granada cuente en los próximos años con un total de 133 kilómetros para este vehículo sostenible.
Además de la construcción de nuevos carriles, una cuestión que supone una inversión importante, se trataría "de conectar los ya existentes, es decir, unir las vías Norte y Sur; con la Circunvalación, así como Centro hacia los barrios, y Este y Oeste de la ciudad".
En la presentación del documento-diagnóstico sobre bicicletas en la ciudad, la edil de Movilidad, Telesfora Ruiz, ha explicado que la estrategia principal para el éxito de la red propuesta, "se basa en la complementariedad y en soluciones de continuidad entre las diferentes escalas del territorio, es decir, barrio, ciudad y conjunto metropolitano".
Así, para la definición de itinerarios se ha partido del análisis de la capacidad de los recorridos o corredores existentes, así como del sistema de espacios verdes de la aglomeración y su incardinación en recorridos factibles. Asimismo, se ha tomado en consideración la puesta en carga de infraestructuras existentes; además de la valoración, cuantificación y cualificación de la demanda de recorridos diarios para los distintos motivos de desplazamiento, ya sea trabajo, estudio, ocio, compras, etc.
A partir de estos análisis, se determinan los recorridos de mayor demanda potencial, así como la definición de su jerarquía, tipología de uso, y características específicas.
En este sentido, el proyecto establece una red de barrio y una red de centro-casco histórico, basadas ambas en el principio de cercanía y coexistencia, y con las mínimas actuaciones posibles de carriles segregados. En esta jerarquía se incluirían soluciones como las denominada ciclo-calles en el centro histórico, en las que convivirían vehículos a motor y bicicletas, pero con un límite de velocidad para aquellos, de 30 kilómetros, y con un abanico de opciones, ya se trate de separación de carriles, calle libre de coches, zona residencial, o ciclistas en un lateral, entre otras. Y junto a estas redes urbanas, la red básica, destinada a corredores urbanos a nivel ciudad, contaría con carriles segregados.
A las redes urbanas, se sumarían las interurbanas, ya se trate de itinerarios ciclistas de articulación a escala territorial, ya sean de conexión con elementos de interés ecológico, cultural o paisajístico, y "con La Vega como elemento de referencia".
Para la edil de Movilidad, una de las cuestiones fundamentales para la adecuada marcha de este proyecto, pasa por la concienciación ciudadana y el cambio de mentalidad paulatino de los conductores hacia este medio de transporte.
Fuente: granada.org
La noticia en prensa:
Delegación de Movilidad, Protección Ciudadana, Agenda Urbana, Sostenibilidad y Fondos Next Generation.
Ayuntamiento de Granada